A Mercedes la conocí en un viaje organizado por la Xunqueira II a París, que nos permitía ir a profesores y alumnos del IES Valle Inclán, más tarde sería mi compañera y coordinadora en las secciones bilingües en francés.

Mercedes Villarino Díaz-Jiménez, nació en Valencia en 1951, algo que fue totalmente casual ya que a los tres meses su familia se trasladó a Salamanca, que era la residencia habitual de sus padres. Es la pequeña de tres hermanos y estudió en el colegio Amor de Dios de Salamanca hasta el Preu, equivalente a nuestro 2º de bachillerato,  luego fue a la universidad, también en su ciudad, para realizar sus estudios de Filosofía y letras en la rama de idiomas modernos (inglés y francés), le encantaban las literaturas tanto la francesa como la inglesa.

Al acabar la carrera se fue un año de lectora, pagada por el gobierno francés, a Versalles, al lycée La Bruyère; resultando una experiencia muy positiva. Cuando regresó a Salamanca estuvo trabajando en su antiguo colegio Amor de Dios durante un año hasta que una amiga le dijo que había una vacante en La Línea de la Concepción de profesora de francés y allá se presentó llegando a ocupar durante dos años 1975-1977 una plaza como interina.

En junio de 1977 aprobó las oposiciones pidiendo como destino Galicia, ya que su familia paterna era gallega. Precisamente su padre vivía en Santiago, ya separado,  y Mercedes quería estar con él.

Tuvo su destino definitivo en el IES Valle Inclán, donde compartió departamento con Germán Palacios y Estrella. Allí permaneció cinco años hasta que salieron las oposiciones a cátedra, que aprobó, y  fue entonces cuando tuvo que irse para Cambados, pues no podían coincidir dos catedráticos en el mismo centro. En el IES cambadés Ramón Cabanillas estuvo dos años, luego se vino al Sánchez Cantón en comisión de servicios durante  otros dos años y después diez en A Xunqueira II hasta que, jubilado el catedrático del Valle Inclán, Monsieur Bravo, pudo regresar a este centro, donde abrió y coordinó las secciones bilingües en francés con educación física y continuó con los intercambios con Francia que había iniciado en la Xunqueira II. Allí en principio eran viajes culturales de final de curso que se realizaban con el alumnado de 3º de bachillerato, luego ya se convirtieron en intercambios con Le Mans, donde conoció a Guylene Esnault, profesora de español, con la que hoy sigue manteniendo una buena amistad. Me cuenta que gracias a esos viajes e intercambios fueron muchos los alumnos que decidieron continuar su carrera por ese idioma.

“Una película que le marcó “Lo que el viento se llevó” no es de extrañar que su perrita se llame Tara.”

Mercedes Villarino Díaz-Jiménez

Decidió jubilarse a los 60 años porque tenía continuamente problemas de afonías y su salud se fue mermando, la oralidad en los idiomas es fundamental, me dice.

Lo primero que hizo al jubilarse fue apuntarse a clases de coro, puesto que durante su adolescencia en el colegio de Salamanca siempre había pertenecido a uno. Aquí comenzó a ir dos días por semana a Abanca y otros dos a Bella Helenes. Además cuida también su salud física y mental acudiendo a yoga, algo que recomienda encarecidamente. Actualmente el coro se escindió en dos y ella se quedó en la coral helénica, donde sigue ensayando dos días por semana.

Quiero que me hable del amor y me responde con unos versos de una canción de Camilo Sesto “Siempre me voy a enamorar de quien de mi no se enamora”  dice que resumirían sobre todo la situación amorosa de su juventud. Se casó a los 26, algo tarde para la época, y tuvo 2 hijos. A los 60 se divorció, coincidiendo con su jubilación.

Volvió a encontrar el amor sin buscarlo en el medio que amaba, la música. Él es el director del coro, me cuenta que su amor surgió poco a poco y que está muy enamorada.

Sobre la juventud me dice que cree que son más inteligentes de lo que éramos nosotras, ya que experimentan y viven juntos antes de dar el paso a formalizar relaciones.

Su lectura favorita es El principito y, me recalca, en varios idiomas.

Una película que le haya marcado “Lo que el viento se llevó”, no es de extrañar que su perrita se llame Tara.

En la tele suele ver debates y alguna película, le encanta poder verlas una vez que ya la emitieron con una opción de pago.

Utiliza las redes sociales, sobre todo Facebook, para enterarse de  publicaciones de sus amigas y de las noticias en general.

Reconoce que su alimentación no sufrió cambios sustanciales con la jubilación, incluye pocos hidratos de carbono y se cuida comiendo 5 veces al día para evitar bajadas de azúcar.

No quiere olvidarse de mencionar a su perra, Tara, una  Schnauzer que le cambió la vida cuando se la regaló un amigo otorrino de Santiago. Ella siempre había querido  tener un perro y por distintas circunstancias nunca había podido. Ahora, en su jubilación, le hace muchísima compañía, la obliga a salir de casa para pasear, jugar y seguir su ritmo, además me dice que la  tiene muy bien educada.

Al alcalde le pediría un espacio y medios para gestionar actividades con intereses comunes para la gente mayor,  también que echa mucho en falta que en las fiestas de Pontevedra nunca contrate a un grupo de la ciudad  llamado Los Antonis, formado por profesionales de la música que cuentan con un repertorio en castellano (años 60,70 y música sudamericana) y en gallego, ya que muchas de las canciones en este idioma son originales del propio grupo. Parece que nadie es profeta en su tierra y cree que es incomprensible que siendo un grupo que se ofrece para festivales en ayuda de Cáritas nunca tengan la oportunidad de cantar en las plazas de Pontevedra donde son muy apreciados, especialmente por la gente de 50 años en adelante. Ve mal que, igualmente, haya ignorado al dúo que tiene Manolo Pintos, al que conoce personalmente.

Además echa de menos no poder actuar con la coral a la que pertenece, también dirigida por Manolo Pintos. Cree que no se puede entender que en Vigo haya habido actuaciones de corales y en Pontevedra el Sr. alcalde las haya borrado de un plumazo cuando con prevención hubiesen podido actuar.

Le pregunto por un sitio para tomar café y me responde que si es en verano cualquier terraza, ya que va con el perro, y si es en invierno el Borona, Ribada o el Bloom.

Sobre qué restaurante me aconsejaría para comer en Pontevedra, me sugiere O fanal y O Cruceiro.

Un viaje soñado para ella es poder hacer las tres capitales, Praga, Viena y Budapest, me confiesa que prefiere Europa y siempre descubre lugares en Francia que le apetece visitar.

Nos despedimos en el café del hotel Rías Baixas donde pasamos un rato agradable de domingo.

Ana Santos Solla

Ana Santos Solla

Profesora de Educación Física

Son Ana Santos, nacín en Pontevedra no ano 1960, a miña infancia estivo moi ligada a Santa María de Xeve, a terra da miña nai, son a terceira de 8 irmáns, a maior das mozas, a máis vella como me dicían de pequena. Sempre me gustou o deporte e estudei INEF en Madrid, estiven 34 anos no IES Valle Inclán impartindo Educación Física alí foi onde coñecín ao resto dos meus compañeiros que agora me acompañan neste proxecto. Decidín xubilarme para dar un novo rumbo á miña vida e levar a cabo este tipo de iniciativas como @devellabella ue pretende que o envellecemento activo convértase en embelecemento persoal e poder achegar a miña experiencia nesta etapa da vida.

Nós os maiores aínda temos moita guerra que dar, espero que este blogue motívevos a querer colaborar connosco.

Domingos Antóm

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