Conocí  a Ana hace ya unos 20 anos en una fiesta en casa de una amiga común, y en mi recuerdo está, lo contagiosa que era su energía y su vitalidad

Hoy nuestra historia de vida es la de Ana Carretón Guada.

Ana nació un 6 de marzo de 1953 en Valtierra del rio Pisuerga provincia de Burgos, hija de Serafín Carretón García, de profesión agricultor, y de Eleuteria Guada Manzanal, modista, que se conocieran en una fiesta del pueblo y ahí empezó su aventura.

Al casarse se trasladaron de sus respectivos pueblos a Valtierra, donde formaron su hogar, tuvieron seis hijos, de los cuales la segunda murió a los once meses, cosa muy habitual entonces.  Ana fue la tercera de esos seis hermanos, cuatro chicas y dos chicos,  conoció solo a su abuelo paterno que tenía una taberna en Villanueva de Odra, sus otros abuelos murieron antes de nacer ella.

Ana Carretón con 5años
Ana en 1958
comunión de Ana Carretón 1960

Desde los cuatro años estudió en la escuela de Valtierra con sus hermanos, como en toda escuela unitaria, compartían el aula alumnas y alumnos de diferentes edades. Ana era muy inquieta y traste, no era raro que estuviera castigada por su maestra, la señorita Belén. Recuerda prender fuego a unas balas de paja con cerillas, “aquello pudo habernos matado, pero eran trastadas” me dice…

En la fotografía, el día de su primera comunión con su hermano José Manuel en 1960.

Escola 1959 Ana y sus hermanos
Ana na escola, 1959, la cuarta del medio con pelo corto empezando por la izda

Cuando tenía seis años la familia se trasladó a Burgos, sus dos hermanos mayores ya estaban estudiando allí internos en un colegio, y la madre, haciendo números, decidió que le salía a cuenta vivir en la capital. Compraron dos pisos, uno para vivir y otro para alquilar a estudiantes, y su padre consiguió un trabajo en una empresa de construcción.

Ana Carretón con sus hermanos
Miguel Angel, Jose Manuel, Ana, Milagros y Celina en 1965

Terminó el bachillerato en Saldaña, también en un colegio de monjas, luego estudió secretariado teniendo que examinarse en Bilbao, una vez que aprobó empezó a trabajar de secretaria en la empresa donde estaba su padre, Construcciones Cutillas y Hermanos.

“Quedaba en casa dedicada a sus labores, “pata quebrada y en casa”

Ana Carretón Guada

Durante estos años tuvo varios novietes, pero conoció a Jose Antonio. Jose Antonio, estudiante de aparejadores y oriundo de Forcarei, era amigo del hermano de una amiga suya, y aprovechó ese contacto: “me tienes que presentar a esa morenita”. Ana con el se reía mucho pero no le gustaba tanto, le gustaba mas otro…

Ana y Jose Antonio se casaron en 1972, ella tenía 19 años y el 24.

Jose Antonio, empezó a trabajar en una empresa de construcción en Quintanar de la Sierra, provincia de Burgos, ella se quedaba en casa dedicada a sus labores, “pata quebrada y en casa” me dice. Su primer hijo José Jesús nació en Burgos, su hermana trabajaba en obstetricia y aprovechó tras parir, para quedarse dos semanas a recuperarse. Posteriormente se trasladaron a Avilés, a un piso de sus suegros, en el que vivieron cinco años y allí se quedó embarazada de su hija Beatriz, que al igual que su hermano fue a nacer a Burgos, volviendo a Avilés tras el parto. Posteriormente se mudarón a Salas de los Infantes, Jose Antonio fue contratado por un primo para realizar obras, fueron por once meses y se quedaron 4 años y fue allí donde los niños   empezaron en la escuela y donde Ana fue haciendo amigas con las madres del colegio.

Ana con 14 años Burgos
Ana en Burgos con 14 años
boda de Ana y Jose Antonio
Ana y Jose Antonio en 1972

Posteriormente volvieron a Burgos y vivian cerca de la casa de sus padres.

Llega 1985 y es el momento de venirse a vivir a Galicia, primeiro a Cachafeiro en Forcarei, mientras el piso que compraron en Pontevedra estaba en construcción. Un año más tarde se asentaron en la capital del Lérez, los hijos iban al instituto y ella se quedaba en casa.

José Antonio enfermó, empezó con un dolor abdominal que en realidad era un cáncer de intestino, estuvo yendo y viniendo a Navarra durante cinco años hasta que ya no había tratamiento posible y la enfermedad se hizo irreversible. El padre de Ana se prejubiló para atender a los nietos ya que Ana viajaba con el a Navarra cuando lo operaban. Murió en Montecelo en el año 1990 con 42 años, Ana se quedó viuda con 37 años dos hijos con una pensión de orfandad mínima y una de viudedad muy pequeña, ya que el había cotizado sólo diez años en la empresa, sus suegros la ayudaron regularmente.

Empezó a estudiar por las noches y se matriculó en el Frei Martin Sarmiento en auxiliar de clínica, luego laboratorio y técnico de laboratorio, después de cinco años de estudio la llamaron para trabajar en Boiro de auxiliar de enfermería, iba y venía en el día, contrato de un mes, luego seguiría A Estrada, Lalín, Bueu etc..

La llamaron para ir a Montecelo a quirófano, urgencias, medicina interna… y seguía estudiando para sacar la oposición y tener una plaza fija, aprobó con una vida laboral de vente años, estuvo ya en el hospital provincial en Medicina Interna haciendo turnos de mañana, tarde o noche, lo que más le disgustaban eran las noches, solicitó en riesgos laborales una plaza sin noches y le dieron la casa del mar cuando ya tenía más de 55 años, allí estuvo diez años.

2003 no traballo en Montecelo

De su etapa en el hospital recuerda los pacientes que estaban solos y no recibían visitas, algo cada vez más frecuente, les instan a que es su trabajo atender a los pacientes, los familiares no siempre sienten empatía por el personal sanitario.

Quiso jubilarse para disfrutar la vida, su hija ya estaba casada y tenía dos nietas mellizas preciosas, su hijo trabajando. En el momento de hacerlo decidió hacer un viaje con toda la familia a Irlanda, una semana juntos en el año 2019, ese viaje lo recuerda con muchísimo cariño.

Ana Carretón con as suas netas
Ana con sus nietas
viaje a Turqui 2014
Viaje a Turquia 2014
En Irlanda con la familia 2019
En Irlanda con la familia 2019
Bodas de oro de los padres Ana Carretón
Bodas de oro de los padres Ana 

En el amor, se ilusionó varias veces pero nunca llegó a cuajar, como para irse a vivir en pareja, se lo pasó muy bien saliendo y viajando con amigas Turquía, Egipto, Nueva York, Canadá, Italia.. y los que le quedan por disfrutar.

Este es el primer año que viajará con el INSERSO, a Ibiza, está muy ilusionada, aun no conoce esta isla de las Baleares pero si todas las demás.

Dos años antes de jubilarse, su hija la matriculó en el programa universitario de mayores y le encantó, sigue cada año con asignaturas nuevas y aprovecha la oferta educativa para ir a Pilates, Bádminton y marcha nórdica, como le gusta cuidarse, dos veces por semana va a natación y cuando llega el verano disfruta de la playa “un lugar tranquilo donde me relajo y desconecto”.

70 cumpleaños de Ana
70 cumpleaños de Ana
Ana Carretón con sus hermanos
Ana y sus hermanos

Pontevedra es una ciudad que le encanta, primero se enamoró del mar y dice “de aquí  ya no me muevo”, tiene amistades desde que llegó a estas tierras y que perduran, me encanta estar y vivir aquí.

Un deseo, enamorarme en la misma medida que lo hagan de mi, estar con alguien y sentirme querida.

Con este deseo nos despedimos, en el tintero se quedan muchas cosas, su primer cadáver en urgencias, el bultito del pecho, ese billetito de mil pesetas, ese amor que pudo ser…

Gracias Ana por tu generosidad y paciencia, me tienes entre esas amigas de tiempo que quedamos y tomamos un vino con risas, o con lo que haga falta.

Ana Carretón
Ana Santos Solla

Ana Santos Solla

Profesora de E.F.

Son Ana Santos, nacín en Pontevedra no ano 1960, a miña infancia estivo moi ligada a Santa María de Xeve, a terra da miña nai, son a terceira de 8 irmáns, a maior das mozas, a máis vella como me dicían de pequena. Sempre me gustou o deporte e estudei INEF en Madrid, estiven 34 anos no IES Valle Inclán impartindo Educación Física alí foi onde coñecín ao resto dos meus compañeiros que agora me acompañan neste proxecto. Decidín xubilarme para dar un novo rumbo á miña vida e levar a cabo este tipo de iniciativas como @devellabella ue pretende que o envellecemento activo convértase en embelecemento persoal e poder achegar a miña experiencia nesta etapa da vida.

Nós os maiores aínda temos moita guerra que dar, espero que este blogue motívevos a querer colaborar connosco.

Anxo da Ferreira

Olga Martínez

José María Fernández Vázquez

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