A la sombra por Vicente Méndez

A la sombra por Vicente Méndez

por Vicente Méndez

Compañera eres mi triste sombra

Que pertinaz me sigues muda

Eres esa que no se advierte

Que se olvida y hace pensar en la muerte.

 

Caricatura de lo que soy

Del tiempo broma pesada

Sirves de diversión al poeta solitario

Y también a veces le das diversión.

 

Eres mi copia grotesca

De mi cuerpo y no del Alma

Que te observa con calma

Y por momentos piensa olvidarte.

 

Mas hay días que oigo tu voz sorda

¡En alguna parte…!

Podría decirte que eres buena,

Oportuna y de gran caridad.

 

Dime pues sombra

Cuando la luz no me alcance

Donde estarás compañera

Me harás pensar en la muerte ciega.

Vicente Méndez.

 

Vicente Méndez González

Vicente Méndez González

Poeta

Vicente Méndez González:  vive en Vigo, Pontevedra

Figura en la Guía Cultural de Artistas de Galicia. (Xunta de Galicia 2004)

Exposiciones: Colectiva Xuventude, Xunta de Galicia Universidade Popular de Vigo

OBRA:- Talla en Madera, Escultura, Pintura y Poesía. POESÍA:-Libro publicado.  Necesito un Nombre.

Colactánea Literatura e Artes—Raía Luso Española

COLABORACIONES:-Colectivas en varias editoriales,  en libros de Poesía.—Amarga Hiel, Mar de Nubes, Melodía de colores, Días de Sol, Vientos del Pasado, Tragedias Poéticas II, y Erotismo Poético III. Poetas Nocturnos III.

NOVELAS:– La Coleccionista de Clavos.

Publicadas. Qué Vida más extraña= Una Mala Historia. Los Gritos de los que se Creían Vivos y llevan años Muertos.

MICRO RELATOS.  Pluma, Tinta y Papel. NOVELA   El  Regreso a Valdecasas.       

El Faro

Mañana

máis artigos

♥♥♥ síguenos ♥♥♥

Contar la verdad por José Luis Vázquez Arias

Contar la verdad por José Luis Vázquez Arias

El periodista es un profesional con una buena cultura que traslada el testimonio de lo que vio, oyó o sintió de un hecho o acontecimiento determinado a sus lectores, espectadores u oyentes.

Hay otras definiciones de la profesión de periodista, pero esta es la que más me gusta: nos recuerda que el periodista se ha de limitar a contar lo acontecido, sin faltar a la verdad, sin intereses espurios que le lleven a tergiversar u ocultar lo que sabe.
Os voy a hablar de tres periodistas muy diferentes: cada uno contó “su verdad” sobre lo mismo.

Gareth Richard Vaughan Jones, nació el 13 de agosto del año 1905. Su padre era el director de la escuela donde el comenzó sus estudios. Su madre fue tutora de los hijos del industrial John Hughes, fundador de la ciudad de Donetsk, en Ucrania.
Gareth Jones hablaba, además del inglés, el francés, el alemán y un buen ruso. Se graduó en el Trinity College de Cambridge. Poco después de graduarse fue secretario privado del primer ministro británico David Lloyd George.
A partir de 1930 se convirtió en reportero del Western Mail.
En 1933 cubrió la llegada al poder del partido nazi. El 23 de febrero de ese año, voló con Hitler y Goebbels hasta Frankfurt y fue el primer periodista extranjero en entrevistar a Hitler.

Quiso entrevistar a Stalin y, en marzo del año 1933, viajó a la Unión Soviética. Burlando a las autoridades entró en Ucrania. A su regreso, publicó en varios periódicos un comunicado de prensa denunciando la hambruna que había presenciado en Ucrania: las gentes muertas en las calles, las aceras y los campos, sin un bocado que llevarse a la boca. Mientras, el grano ucraniano era cargado en convoyes con destino a la capital, Moscú.

Jones había viajado con anterioridad a Rusia y escribió en el prólogo del diario de Jack Hienz, en 1931: “Conociendo Rusia y el idioma ruso, era posible salir de los caminos trillados, conversar con obreros desaliñados y campesinos rudos, así como con líderes como la viuda de Lenin y Karl Radek. Visitamos vastos proyectos de ingeniería y fábricas, dormimos en los suelos infestados de insectos de las chozas campesinas, compartimos pan negro y sopa de col con los aldeanos; en resumen, entramos en contacto directo con el pueblo ruso en su lucha por la existencia y pudimos así observar sus reacciones ante las drásticas medidas del gobierno soviético” En una carta a sus padres en 1930 indicó: “Rusia está en un estado lamentable; podrida, sin comida, solo pan; opresión, injusticia, miseria entre los trabajadores y un 90% de descontento. El invierno va a ser de gran sufrimiento allí y hay hambruna. El gobierno es el más brutal del mundo. Este año, miles y miles de los mejores hombres de Rusia han sido enviados a Siberia y a la isla prisión de Solovki.»

Los rusos le prohibieron volver a visitar la Unión Soviética. Haciendo un reportaje en Mongolia, ocupada por los japoneses, lo secuestraron junto a Herbert Müller, un periodista alemán. A este lo liberaron pronto, tras el pago de un rescate. Él fue cedido de unos secuestradores a otros y trasladado de confinamiento sucesivamente, al mismo tiempo que se elevaba la suma que solicitaban por su libertad. Jones fue asesinado el 12 de agosto de 1935, de tres balazos, un día antes de cumplir los 30 años. Se sospecha que detrás de su secuestro y asesinato estuvo el NKVD soviético (policía secreta).
Su sobrina Margaret dijo en una conferencia “Gareth Jones fue secuestrado y asesinado en circunstancias misteriosas por bandidos en el norte de China, poco más de seis meses después de su última serie de artículos para Randolph Hearst en 1935, donde repitió sus observaciones sobre la hambruna de marzo de 1933”.
Jones escribió unos diarios sobre el genocidio ucraniano (1932-1933), que están en la Biblioteca del Trinity College de Cambridge.

Walter Duranty nació el 25 de mayo de 1884 en Liverpool, 21 años antes que Jones.
Nació en el seno de una familia de clase media y se graduó en el Emmanuel College de Cambridge.
Se trasladó a Paris una vez graduado y, durante la primera guerra mundial, trabajó como reportero para The New York Times.
En 1921, con 37 años, se mudó a la Unión Soviética. De 1922 a 1936 fue jefe de la oficina de The New York Times en Moscú. Entrevistó en exclusiva a Iósif Stalin.
En 1932 recibió el Premio Pulitzer por una serie de reportajes publicados sobre la Unión Soviética.
En sus reportajes ignoró y ocultó la hambruna a la que fue sometida la población de Ucrania.
Gareth Jones y Walter Duranty coincidieron en Moscú. Este último le dijo a Jones: “Para hacer una tortilla hay que romper huevos”, con lo que intentó justificar los crímenes que se cometían en la Unión Soviética.
Después del comunicado de Jones, The New York Times publicó un artículo de Duranty negando las afirmaciones de Gareth Jones: “Rusos hambrientos, pero no se mueren de hambre”.
Walter Duranty murió a los 73 años sin que le hubiesen retirado el Premio Pulitzer, a pesar de que The New York Times acabó reconociendo las falsedades que había publicado y la apología que hizo del régimen soviético.

George Orwell, nacido en 1903 en la India británica, también fue periodista, además de escritor. Participó en la guerra civil española.
Los hechos descritos por Gareth Jones y su propia experiencia le llevaron a escribir la novela corta “Rebelión en la granja”.

Margaret Siriol Colley era sobrina de Gareth Jones, nacida en 1925 en Londres. Ejerció como doctora y publicó More Than a Grain of Truth. Este libro sirvió de base para el guión que hizo Andrea Chalupa y que llevó al cine en forma de película la directora polaca Agnieszka Holland: Mr. Jones
La película, de 2019, protagonizada por James Norton, cuenta la vida de Gareth Jones. El periodista se interesó por las colectivizaciones forzosas llevadas a cabo por Stalin y no acababa de entender de donde salía el dinero para financiar sus proyectos.

Mr Jones

No es una película brillante, pero tiene enorme interés para conocer lo ocurrido en Ucrania y para ver, una vez más, como cualquier profesión, incluida la de periodista, puede hacerse desde la honradez o desde la hipocresía.

Jose Luis Vázquez

Jose Luis Vázquez

Escritor

Estudió Ciencias Económicas en la Universidad Central de Barcelona y cursó un máster en Dirección de Marketing en EADA.

Ha trabajado como directivo financiero y de logística en varias empresas de logística y alimentación.
Ha realizado numerosos viajes de aventura por los cinco continentes, ascendiendo montañas, conviviendo con tribus y cruzando ríos y mares.

Le encanta el cine, y los wésterns en particular.
Lector empedernido: novela, historia, ciencia y filosofía.
Cursó tres años de Narrativa y Novela en la prestigiosa Escola d’Escriptura del Ateneu de Barcelona.
Ha publicado dos libros: Clara y algo más, de cuentos, y La memoria en color, autobiográfico.
Barrabás el Sicario es su primera novela.

Entrevista

Companion

Cónclave

máis artigos

♥♥♥ síguenos ♥♥♥

Foliada de Nadela por Pilar Braga Crespo

Foliada de Nadela por Pilar Braga Crespo

Zapatos de chiculate

tenos a miña cadela

pra leva-las ovelliñas

ás feiriñas de Nadela BIS

Ai lalelo ai lalalo

Retrouso

Aló ven o gaiteiro

por detrás do pinar

hasta os pinos lle axudan

á gaitiña a tocar.2BIS

Aló ven o gaiteiro

por detrás do pinar

Indo eu pra non sei onde

vendo eu a non sei quen-e,

na porta de xa me entendes…

non me poido acordar ben-e BIS

Ai lalelo ai lalalo Retrouso

Andivécheste alabando

polos muíños moendo,

que te casabas comigo

e iso era en eu querendo BIS

Ai lalelo ai lalalo Retrouso

A rula vaise queixando,

que lle levaron o niño,

quen cho mandou facer rula

tanto á veira do camino BIS

Ai lalelo ai lalalo Retrouso

Algún día ben pensaches

do meu corazón ter froles.

Agora vai ós codesos,

que chos hai nos arredores BIS

Ai lalelo ai lalalo Retrouso (2)

Pilar Braga Crespo

Pilar Braga Crespo

Pilar, mestra xubilada e ocupada

Historia de vida

Os cesteiros

Rumboia

máis artigos

♥♥♥ síguenos ♥♥♥

A fada anana por José Manuel Gulías Márquez

A fada anana por José Manuel Gulías Márquez

A Fada Anana

José Manuel Gulías Márquez

DÉCIMO QUINTO CONTO

  DÍA DOS SANTOS ADELFO E FEOLOXILDO

QUINTA FEIRA

A FADA ANANA

Habitaba na pequena aldea de Tomonde, na abrupta Terra de Montes, un labrego teimudo, de nome Domingos do Carallo que se ben polos parroquianos era considerado boa persoa, e gastaba bo trato con todo o mundo, tiña a sona de ser moi xeniudo e ter uns prontos de terrible furia.

Domingos fora o nome con que o bautizaran seus pais coa colaboración dos padriños, parella veciña e amiga de seus país, e a do cura da súa parroquia, o de chamarlle do Carallo…

Un día cinco do mes de marzo, ía Domingos do Carallo con Remedios de volta para a casa dende a feira de Forcarei onde mercara unha xuvenca noviña con moi boa estampa.

Xa apalabraran a compra el e o dono do animal con antelación, o trato estaba feito con anterioridade, só tiveran que ir a buscala á feira do gando a Forcarei e pagar o precio estipulado entre eles.

Entón polo camiño cara a casa empezoulles a chover. Como ningún dos dous, nin Domingos nin Remedios, levaban paraugas, puñéronse coma un par de San Lázaros.

Domingos do Carallo tocábase en calquera parte do corpo e notábase empapado de auga, Remedios malia que non se queixaba non estaba mellor co seu marido.

Cando chegaron á casa, Remedios gardou a vaca na corte. Domingos, cabreado pola molladura que pillara, entrou na vivenda, colleu o paraugas que tiña á entrada da porta, e de seguido foise á corte. Agarrando fortemente coas dúas mans pola empuñadura, non o dubidou , doulle tal tunda á vaca que o esnaquizou, non quedou nada del que se parecera ó paraugas que ata daquela tiña, as variñas e o bastón remataron esnaquizados no medio da negra tea.

-¡Malia quen te fixo!¡Paraugas do carallo! Por culpa túa e do deus que te fixo pillei esta molladura –dicíalle colérico ó que quedara do paraugas-. Se non fora por te ir comprar á feira a tal hora estaría na casa enxoito ¡vaca do carallo! –dicíalle ó inocente animal dende que lle pegara os rancorosos paraugazos.

Cando o impresionante cabreo que tiña enriba del lle pasou –duroulle preto de tres días-, caeu na conta de que por causa dos bárbaros paraugazos que lle dera á xovenca, esta coxeaba ostensiblemente dunha pata de atrás.

-¡Vaia polas ánimas do purgatorio!¡Arre carallo!¡Agora si que a fixen boa!

-Pásache por animal, que es un animal… ¡mala centella te divida!–a súa muller, Remedios, dalle sempre onde máis lle doe-, se pensaras un pouco coa cabeciña que tes e que só che vale para poñer a boina, non farías a tal tolería que fixeches. Rompiches o mellor paraugas que tiñas e mancaches á becerriña recén mercada.

-¡Cala Remedios!¡Cala Remedios!¡Cala carallo! Non me queiras tourear carallo…, que logo me quento e aínda teño outro paraugas para o que faga falta carallo…

-Quéntate o que queiras…, a min dame o mesmo ca se enfrias. Agora tes a xuvenca mancada, ti que es moi listo, e a ver como fas para curala.

Domingos do Carallo coñecía, como coñecía todo ser vivinte de Tomonde e arredores, que a señora Rosalía do Crego era unha menciñeira e feiticeira de marca maior. Se ía onda ela, case que con seguridade lle daría algún emplasto ou algún remedio barato para curar o mal da vaca e todos en paz. Xuvenca curada desgraza arreglada. Paraugas xa compraría outro se lle daba a gana.

Despois de moito cavilar, a pesar de que a el non lle gustaba Rosalía do Crego, decidiuse e así o fixo, foi á casa da curandeira.

Cando lle contou o acontecido coa xuvenca á volta fa feira, Rosalía púxolle mala cara:

-Podería darche un remedio ou algún feitizo se a vaca se tivera lastimado en algún lugar indo por un camiño ou mesmo traballando, ou se pelexando con outra vaca se mancara, pero se quen feríu ó pobre animal fuches ti, que es o dono, os meus remedios non van valer de nada. Aconsélloche que mellor vaias ver á anana Clodomira. Esa muller tenche remedio para todo e ó mellor se ten un bo día aténdete.

A anana Clodomira formaba parte dunha vella lenda propagada por aquela comarca, o caso e que non se sabía con certeza se a tal Clodomira existía ou non.

Dicíase que nunha cova, preto da aldea de Guitón, na parroquia de Santa Mariña de  Ribela no concello de A Estrada, habitaba unha fada anana que tiña a cabeza dotada de dous pequenos cornechos na fronte.

Tamén corría de boca en boca, que calquera persoa que padecera un mal descoñecido, que os médicos non puideran curar e que por moita devoción e fervor relixioso que tivera ningún santo conseguía remediar; se ía onda a fada e lle pasaba polos cornos un pano das mans limpo e logo se colocaba no sitio onde se sentía o mal, este pasaba instantaneamente.

Domingos do Carallo, visto o fracaso que tivera onda Rosalía do Crego, como a vaca non melloraba, nin curto nin preguiceiro, dirixiuse á cova onde se dicia que a fada anana dos cornos pequenos habitaba.

Despois dunha boa andaina, chegado ó sitio de referencia, ante o seu asombro, veu á anana sentada nun tallo de tres patas á porta da cova, mesmo parecía que o estivera esperando coma se soubera que el ía ir a vela.

a cova da fada

Cova da Fada Anana

-¡Bos días señora fada! Pero…, non sei ben como empezar co que che quero dicir… ¡Manda carallo…! Semella se me atascan as verbas para saír o que quero dicir…

-¡Bos días Domingos! Empeza como queiras meu amigo, eu algo xa sei… ¿Que novidade te trae logo por aquí?

-¡Pois carallo! Veño ver se me deixas pasarche un pano polos teus cornechos. Teño unha vaca ranqueante e quería curala. ¡Carallo..! eu non te quero ofender, pero polo que se di por aí…

-Pasa o pano logo, home, pasa… eu estou neste mundo para favorecer á xente cando coma ti anda necesitada.

-¡Carallo! Non sabes ben canto cho agradezo… Viña con medo de que te ofenderas e que me mandara dereito á merda.

-¡Hai home! Que mal pensas de min. Iso non, non sei o que se dirá de min por aí, pero eu se algo teño é que non son unha mal educada.

-Non sabes o peso que se me quitou de enriba.

-Ben, fai o que viñeches que facer.

Domingos pasoulle polos cornos a Clodomira o pano das mans que traía preparado e despedíndose con respeto e expresándolle a súa consideración collía camiño de volta cara a casa cando a fada lle voltou a falar.

-Mira, tes que conseguir unhas herbas de verxebán ou de mexacán, maceralas en augardente do Ulla e logo porllas por debaixo do pano das mans, non che son doadas de conseguir, pero santo remedio.

Durante o percorrido de regreso para o seu fogar, que non era unha carreiriña dun can, ía pensando se o que se dicía da Clodomira non sería todo un conto e non lle valería para nada a viaxe que fixera para estar con ela. Verdade era que tampouco non lle custara nada máis ca camiñata… a anana non lle cobrara unha perra…

Andivo buscando as herbas de verxebán ou de mexacán e cando lle pareceu que atopara unas de mexacán, colleu un ramillete delas e xa na casa púxoas a macerar toda a noite nunha tina cun dedo cumprido de augardente do Ulla. Non foran tan difíciles de atopar como a fada pensaba.

Feito o remedio, ó día seguinte, foi á corte, sen entreterse púxolle o pano untado na menciña na pata mancada á vaca con todo o agarimo e todo o coidado do que foi capaz.

Pasado un pouco a vaca seguía igual, pero ó cabo duns minutos de ter o pano posto na ferida a sorpresa que levou foi maiúscula, agora a vaca recén comprada en vez de estar eivada dunha pata quedara tolleita das dúas ancas de atrás. A cabrona da anana Clodomira enganárao como a un parvo… ¡Arre carallo! Pasarlle iso a el.

Nesas estaba cando…

-¡Domingos!¡Domingos! Esperta, desgraciado. Vaia borracheira que pillaches hoxe na feira –Remedios sacude nel por un ombro-, acorda lambón, que xa chegamos e hai que axudar a baixar a vaca do coche de Morgade.

-¡Arre carallo! –a Domingos pónselle costa arriba espabilar.

Xa consciente de onde está, nota humida a roupa que ten posta.

-¿E se viñemos no coche de Morgade dende a feira logo como é que estou mollado?

A molladura era pequena pero a Domingos non lle gustaba nada estar húmido, a humidade tan só se era por dentro do corpo cun bo viño do Ribeiro.

-Estás algo mollado porque te tiven un pouco sentado á choiva fóra dos pendellos a ver se che pasaba algo a borracheira que agarraches co tinto con que lle puxaches ó polbo. Non te enteraches nin de cando te subimos ó coche.

-¡Carallo para o conto…!

Aclarado todo.

Ramón mentres durmía a mona no asento do coche que os traía da feira soñara coa xuvenca e coa fada anana…

Con facilidade baixaron o animal do autobús de Morgade que os transportara a todos. O autobús de Morgade estaba preparado para levar xente na metade de diante e animais no anaco de atrás.

Sen moita présa dirixíronse á casa, estaba moi preto de onde os deixara o omnibus.

Meteron á xuvenca na corte e Domingos foi ata a porta de entrada da casa onde tiña o paraugas. Agarrou o máis consistente e con el foi ata a corte onde gardara á vaca recén comprada.

-¡Malia quen te fixo!¡vaca do carallo! –dicíalle Domingos ó pobre animal mentres, con toda a forza de que era capaz, lle zorregaba no lombo co paraugas-. ¡Mala centella te coma! Se non fora por ti á feira non me mollaba… ¡filla de puta…!

A malleira rematou coa xuvenca coxa da pata esquerda de atrás…

Manolo Gulias Márquez

Manolo Gulias Márquez

Docente

Xosé Manuel Gulías Márquez naceu en Pontevedra en 1952, pero foi bautizado en Forcarei de onde eran seus pais. En 1983 aprobou as oposicións por ciencias logo fixo a especialidade de galego e daba as clases nesa lingua. O seu último destino levouno ao instituto onde estudou, é dicir ao Valle Inclán, non podía estar máis feliz xa que despois de case 20 anos non tivo que volver coller o coche. Neste instituto estivo 18 anos ata que con 65 xubilouse, porque xa tiña o tempo de servizo e xa tocaba. Colabora con nós relatando as súas viaxes.

Historia de vida

Chucho das rabadeiras

Don Efrén

Fabian da bica

máis artigos

♥♥♥ síguenos ♥♥♥

Anhelo por Chelo Gayoso

Anhelo por Chelo Gayoso

por Chelo Gayoso

                    Anhelo

En el oscuro silencio de la noche

danza mi alma envuelta en amargura.

Una bruma intensa abraza mi ventana,

empaña el cristal de mi ternura.

Solo sombras danzando en el espacio.

Solo vientos que siembran mar de dudas,

en este lecho de arenas movedizas,

donde a oscuras no veo tu hermosura.

Ni siquiera el resplandor de tu mirada

aviva la luz de mi pensamiento

Habla el silencio… ¡Sí! Grita sin miedo.

Mas, aunque escucho, yo no lo siento.

Camino, vuelo, buscando alivio…

mis pies no avanzan, están tullidos.

Suenan las notas del Unicornio Azul,

con suavidad se funden en mis oídos,

en este largo camino sin retorno,

tan arduo, con horizontes de misterio.

El reloj apura las horas de la vida.

Con fuerza el corazón sigue latiendo.

Un manantial profundo riega mi cerebro

que soñando en la oscuridad de la noche

busca un lugar, busca un… anhelo.

Chelo Gayoso

Chelo Gayoso Díaz

Chelo Gayoso Díaz

Poeta

Naceu en San Juan de Loyo (Paradela), Lugo. Con 5 anos tivo que abandonar a súa terra natal debido a construcción do encoro de Belesar. Alí quedaron as súa raices inundadas polos ríos Loyo e Miño.

Actualmente reside en San Martín de Guillar (Outeiro de Rei) Lugo.

Afeccionada á escritura escribiu dous libros de poesía.

“Camino de estrellas” e “O Laio das pedras”.

Colaborou na revista da “Hermandad de Santa Marta de León”.

Participou en varias publicacións colectivas como “Mesturas”, en Manuel María, libro homenaxe das letras galegas 2016.

En Xistral 2020, 2021, 2022 e en varios libros colectivos hispano- portugués: “Raia Luso Española”, “Camiños da poesía”, “Cultura sem fronteiras”, “Poetas do reencontro”, “Abrazo de culturas”, “Camiños da poesía 2”, e o libro de contos “Historias de encantar”.

Arrecendo no Sar

Viento suave

máis artigos

♥♥♥ síguenos ♥♥♥