Chus fue mi compañera del IES Valle Inclán durante 30 años. Con ella aprendí el valor del trabajo bien hecho, la constancia y el sacrificio. También fue mi entrenadora en atletismo y me enseñó correctamente la técnica de vallas, que tenía oxidada después de más de 20 años. Su frase favorita era “No me hagas perder el tiempo”. No importaba las marcas que hiciera siempre que lo diera todo. No soportaba que entrenara sin ganas o que faltara a los entrenamientos. Hizo de madre, de hermana, de amiga e, incluso, de juez conmigo. Le agradezco todo lo que hizo por mí y lo que hace. Esto de la amistad es lo que tiene.

María Jesús Sangüos Espiña nació en Bugarín (Cerdedo) un 8 de enero de 1955, tiene una hermana 4 años mayor que ella.

Chus abuelo

Chus con su abuelo

Chus pequeña

Chus con 7 anos

Comunión Chus

El día de su comunión

Su infancia transcurrió en la aldea. Su maestro se llamaba David le gustaban las ciencias y las artes. Recuerda ir siempre corriendo a casa de su abuela. Vivía con unas tías porque sus padres habían emigrado a Venezuela. Cuando Chus tenía 7 años, sus tías se vinieron con su abuela a vivir a Pontevedra y su colegio fue las Calasancias muy cerca de su casa. Le pregunto si no tiene amistades del colegio y me dice que las recuperó hace poco: Dalia y Conchi Antas que también juegan al golf.

“Como le gustaba tanto correr se fue un día al estadio y les dijo a los que allí estaban que ella quería correr, así que ese mismo día empezó a entrenar.

Chus Sangüos Espiña

En el colegio recuerda jugar al brilé en el patio. Allí estuvo hasta 4º de bachillerato. Luego se pasó al instituto, “el que había”, me dice. Tuvo de profesores a Corrosca en Educación Física, Elisa Couceiro en Matemáticas, Guardiola en Biología, Loli Tamames, Rejuan etc.… En 5º, como le gustaba tanto correr se fue un día al estadio y les dijo a los que allí estaban que ella quería correr así que la empezó a entrenar Muradás. Le gustaba sobretodo la velocidad. Al mes de entrenamientos casi diarios llegó el momento de la competición. Eran los campeonatos gallegos en Pontevedra: 100 metros lisos. Todos a sus puestos. Ella en los tacos de salida, que poco había probado. Dan la salida y se cae, se levanta y acelera llegando 3ª. En esos campeonatos llevó 3 medallas, una de cada metal. El oro en longitud. Esa carrera no la olvidó jamás.

Además del atletismo, también jugaba a balonmano en el equipo Medina de la sección femenina.

En el instituto se iba decantando por las asignaturas de letras y le gustaba el derecho y las artes. Pero algo, no sabe qué, le hizo cambiar de dirección en el último año y se fue a estudiar Educación Física a Madrid.

En Madrid, en la Almudena, durante una semana estuvo enfrentándose a pruebas de natación, baloncesto, gimnasia, motricidad, coordinación, test psicotécnicos etc.

Chus 18

En 1973

Durante las pruebas se alojaba en una pensión en Cuatro Caminos de unos conocidos de sus padres. Era el año 1973 cuando entró en el ENEF (Escuela nacional de Educación Física), era la 3ª promoción y su plan de estudios eran 4 años más la tesina. Las asignaturas que más le costaban era la natación, la gimnasia educativa y la biomecánica, y la que más le gustaba era la fisiología.

Aprobó el examen de ingreso y se fue sola a Madrid para estudiar 4 años.

Estaba alojada en el colegio mayor de la Almudena como el resto de sus compañeras de clase. En 1º las habitaciones eran de grupo; en 2º de 4; en 3º de 2 y en último curso eran individuales. Seguía entrenando atletismo bajo la tutela de Muradás al principio y luego fue ella su propia entrenadora.

Participaba en los campeonatos universitarios y en los encuentros internacionales, por ejemplo contra Grecia, además del atletismo seguía con el balonmano y el hockey. Sus pruebas además de 100 eran los 200 y el 400 aunque muchas veces participó en el equipo de relevos. Cuando acabó la carrera en el año 1977 se volvió a Pontevedra y empezó a trabajar en las Doroteas. Eso duró apenas 4 meses ya que la llamó Don Marcelino, el director del instituto, para que diera clase allí. Fue su destino hasta su jubilación.

A Gonzalo lo conoció en Pontevedra, en las pistas de atletismo y en segundo de carrera empezaron a salir. Se casaron al año siguiente de acabar la carrera. Tienen 3 hijos a los que tuve la suerte de tener como alumnos y 3 nietos a los que adoran.

En el año 1982 la carrera de Educación física pasó a ser una licenciatura de cinco años y Chus tuvo que volver a las aulas y hacer ese otro curso escolar, muy duro, recuerda ya que tenía que trabajar, atender a sus hijos y estudiar. En el año 1985 se convocaron las primeras oposiciones de Educación física que por supuesto Chus aprobó.

Le pregunto cuando empezó con las vallas y me responde que cuando salió la primera prueba en 1980. A ella siempre le atrajeron pero era cosa de hombres, me dice. Sus primeros 400 metros vallas los corrió en el Estadio de la Juventud de Pontevedra, prueba que por supuesto ganó. Nunca dejó de entrenar y competir. Recuerdo verla en Madrid en los 80, en el INEF corriendo superembarazada. Es la imagen de la perseverancia, el esfuerzo y la disciplina.

Los comienzos de la Educación Física femenina

Antes, reconoce, corría fatal y no tenía técnica, fui dándome cuenta de que eran fundamentales los ejercicios de asimilación y fui incorporándolos a los entrenamientos. Yo miraba mucho como calentaban los demás y así fui aprendiendo. Sin técnica, sobre todo en pruebas que la requieren como las vallas, no es fácil superarse.

Recuerdo haber leído en la prensa “yo quiero morir en las pistas” pero ahora ya no piensa lo mismo, los tiempos han cambiado y la salud también.

En 2015 en el campeonato del mundo en Lyon, Chus iba con muchísimos problemas, apenas pudo calentar pero al disparo salió como una flecha y batió el récord de Europa de 300 metros vallas. Tenía 60 años. Esa fue su última carrera. Perdió sensibilidad en una pierna y se hizo zurda. Pero se negó a estar en casa sin hacer nada a pesar del diagnóstico. Cuando los médicos se lo permitieron, algo tarde, me dice, empezó a nadar 3 veces por semana, a hacer ejercicios de fuerza, bicicleta, etc. Empezó a encontrarse mejor pero no podía correr.

Campeonato Lyon
Chus Golf

Foto del Diario de Pontevedra

Siempre le gustó el golf pero pensaba que era un deporte de ricos. Un día un amigo, el tío de su nuera Marta, le dijo que fuera a probar y de paso que llevara a su mujer. Eso fue un 11 de junio, San Benito. Empezó el día 12 y hasta hoy que lleva ganadas dos competiciones. Va hasta cuatro veces por semana al campo de Meis y anima a todo el mundo a practicarlo porque además de socializar es muy llevadero y andas sin querer.

Sigue con la ficha de atletismo, en este caso de entrenadora. Ahora entrena además de a su hijo a varios atletas. Confieso que hace un par de años que aunque tengo ficha otras prioridades han aparecido en mi vida, pero no descarto volver porque el deporte es adictivo y uno se encuentra muy bien practicándolo. La competición es otra cosa, pero si entrenas, como ella dice, es para algo….

El viaje de novios lo hizo a Canarias, lugar recurrente de vacaciones con sus hijos, pero si le digo algún país que recuerde haberle gustado mucho Australia, Finlandia y Sudáfrica. Siempre sedes de campeonatos de atletismo veterano.

Le gusta leer y casi no recuerda los títulos de los libros. Le pasa lo mismo con las películas, pero si tiene que quedarse con una sería Doctor Zhivago.

Chus celta

Chus en su época en el Celta 1982

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Trabajó también en la facultad de Ciencias de la Educación en Pontevedra, donde también coincidimos de profes. Allí hizo su tesis doctoral. Impartía las asignaturas de teoría del entrenamiento y valoración del rendimiento. Fueron años de mucho trabajo y aprendizaje. Al final volvimos al instituto. Chus se jubiló en el año 2015, quería reponerse, disfrutar de su jardín, su familia y seguir aprendiendo inglés.

En su tiempo libre, por decir algo, le gusta ocuparse de sus plantas, pintar, cocinar, jugar al golf, ir a la playa, viajar etc… lo que poca gente sabe es que se presentó al programa de Máster chef y pasó las dos primeras pruebas. Ahora sabiendo de que va, no volvería a presentarse.

Su rincón favorito de Galicia es A Illa de Arousa y si hablamos de España le gusta el sur sobretodo las playas de Huelva.

La dejo quitando hierbas de su jardín donde el enebro, la menta, el árnica, el tomillo, la salvia, la lavanda, la hierba luisa etc.. Forman parte de su jardín terapéutico particular porque quien de sus atletas no tiene un bote de alcohol de árnica?

Ana Santos Solla

Ana Santos Solla

Profesora de Educación Física

Son Ana Santos, nacín en Pontevedra no ano 1960, a miña infancia estivo moi ligada a Santa María de Xeve, a terra da miña nai, son a terceira de 8 irmáns, a maior das mozas, a máis vella como me dicían de pequena. Sempre me gustou o deporte e estudei INEF en Madrid, estiven 34 anos no IES Valle Inclán impartindo Educación Física alí foi onde coñecín ao resto dos meus compañeiros que agora me acompañan neste proxecto. Decidín xubilarme para dar un novo rumbo á miña vida e levar a cabo este tipo de iniciativas como @devellabella ue pretende que o envellecemento activo convértase en embelecemento persoal e poder achegar a miña experiencia nesta etapa da vida.

Nós os maiores aínda temos moita guerra que dar, espero que este blogue motívevos a querer colaborar connosco.

Historia de vida de Angeles Ruibal

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