A Flor la conocí en la escuela de idiomas, en la clase de francés, enseguida conectamos y la convencí para que volviera a entrenar, cosa que hizo al poco de jubilarse. Tenía 60 años.

Nació en Marín en el año 1949, eran dos hermanos.

Recuerda la academia Aboy, donde estudió de pequeña, y luego el Valle Inclán, por entonces femenino, en el que cursó todo el bachillerato. Hizo magisterio por francés y en Madrid la convalidación para impartir clases de Educación física.

Entrenó atletismo desde muy joven llegando a ser campeona gallega en 100 m con 12,8 y en 200 m con 26,4, pero lo dejó con apenas 18 años por cuestiones de la vida y del amor también.

Conoció a Arturo en la verbena de San Miguel en Marin ella tenía 16 años y el 20, Arturo es asturiano y jugaba al futbol en el Pontevedra, fue un flechazo en toda regla y en los 4 años de novios siempre eran tres ya que su hermano iba de escopeta y debía llegar a las 9 a casa.

Empezó trabajando en Cangas y luego en Marín, pero al aprobar las oposiciones la mandaron para Barcelona definitiva. Allá se fue un año con sus dos hijos pequeños y dejando a Arturo en casa con sus padres. La plaza era en Sta. María de Corcó, colegio el Cabrerés, donde impartía clases de educación física y lengua. Recuerda que tenía unas instalaciones fabulosas, incluso pista de tenis. Estaban muy adelantados con respecto a nosotros, me dice.

Al cabo de un año pudo venirse para Galicia y en Coiro, Cangas, estuvo 13 años que recuerda como los más felices de su vida.  Vivía con toda la familia en la casa escuela que le daban antes a los maestros y también allí nació su tercer hijo.  Su marido trabajaba en Vigo y ella en la escuela. Tenía ayuda en casa y, al morir  su padre, su madre pasaba temporadas con ellos.

“Lo básico para cualquier mujer es una crema hidratante con protección solar y rímel. ”

Flor Guzmán Davila

Pidió Pontevedra cuando se permitió la adscripción a la ESO. Trabajó durante dos cursos en el colegio de Cabanas, Salcedo, y luego en el Torrente Ballester.  A los 60 se le planteó la duda de si podría o no impartir clase de E.F. y, como le ofrecieron la jubilación, decidió dejarlo jubilándose después de 12 años allí.

Al principio lo llevó muy mal, echaba mucho de menos a los alumnos y no se habituaba a ver a Arturo todo el día en casa,  entonces empezó a entrenar de nuevo y se dio cuenta de que eso era lo que necesitaba, pues le renovó las ganas de hacer cosas.

De veterana logró quedar campeona de España de 100, 200 y 400 metros y tener la tercera mejor marca europea de 60 metros.

Reconoce comer sano y equilibrado, 

su marido cocina muy bien, cosa que ella agradece.

A propósito de los jóvenes de hoy en día dice que cree que tienen más información, pero realizan menos esfuerzo. Normalmente están súper protegidos por los padres, pero también opina que su preparación intelectual es mayor.

Suele hacer ejercicio dos o tres veces por semana, pero de manera intensa, no se dedica sólo a caminar, ella corre, hace series y ejercicios de fuerza.

Es muy presumida y le gusta arreglarse. Lo básico para cualquier mujer debería ser crema hidratante con protección solar y rímel, me dice.

Lee las revistas de moda y belleza y le gusta ir a la última, para ello compra ropa todas las temporadas y los tacones son imprescindibles.  A la peluquería va una vez por semana y se hace la manicura y pedicura.

Como abuela es muy consentidora, cómplice, alcahueta , pero también seria; con sus hijos fue más estricta.

Le gusta comer mucho en casa y en familia.

Un café para quedar el Borona o la Vermutería en la Michelena

Para comer la Pepita, la Crepería y el Ultramar

Películas que le hayan gustado El tambor de hojalata y El niño del pijama a rayas

A Pontevedra le pediría un pub bonito y agradable para salir y tomar una copa con música de los 60, 70 u 80, no tanto ruido. Ella prefiere ir a Vigo a la discoteca o a pubs.

Además de hacer deporte va a clases de inglés y manualidades.

Recuerda con cariño un viaje todas juntas a Zaragoza, a un campeonato de España, luego los que hicimos a las competiciones internacionales en Finlandia, Sacramento, Torun etc…

Para su 50 aniversario de bodas tenía preparado un viaje a Cancún, pero por razones obvias tuvo que  quedar pendiente la sorpresa.

Son las 13:30, ella, que ya ha dejado la comida hecha, me comenta que aún va a hacer alguna “comprita”. No es fácil seguirle el ritmo.  Flor sí que es la abuela terremoto.

Ana Santos Solla

Ana Santos Solla

Profesora de Educación Física

Son Ana Santos, nacín en Pontevedra no ano 1960, a miña infancia estivo moi ligada a Santa María de Xeve, a terra da miña nai, son a terceira de 8 irmáns, a maior das mozas, a máis vella como me dicían de pequena. Sempre me gustou o deporte e estudei INEF en Madrid, estiven 34 anos no IES Valle Inclán impartindo Educación Física alí foi onde coñecín ao resto dos meus compañeiros que agora me acompañan neste proxecto. Decidín xubilarme para dar un novo rumbo á miña vida e levar a cabo este tipo de iniciativas como @devellabella ue pretende que o envellecemento activo convértase en embelecemento persoal e poder achegar a miña experiencia nesta etapa da vida.

Nós os maiores aínda temos moita guerra que dar, espero que este blogue motívevos a querer colaborar connosco.

Jose Luis López de Guereñu Polán

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