por Marina Filgueira
Mirando al mar
En el regazo del mar,
la melancolía duerme
y vuelo sin detenerme,
intentando retomar.
La vida con un cantar
mi sonata preferida,
que en el corazón anida,
y goza desenfadada
como la luz azulada,
que me regala la vida.
¿Se respira la añoranza,
mas sin saber la razón
porque sufres corazón,
declinando la confianza?
La melancolía avanza,
apenas brillan los días
sin amor sin fantasías,
con abril en sus fulgores
y vagando entre las flores,
mis sencillas poesías.
Un dorado atardecer
y soledad en el alma,
mas se desliza la calma
todo vuelve a lentecer.
Tardando el amanecer,
cruzo los dedos y pienso
en este reflejo intenso
del sol, que se va apagando,
con la noche conjugando,
y mi intelecto indefenso.
Escucho la sinfonía,
que me lleva a lo vivido,
es aquel beso prohibido
que, mil sueños proponían.
Suspirando la armonía,
mas la ráfaga del viento
se llevó su gran intento,
llega la luna dorada
y como la diosa alada,
conduce mi sentimiento.
Mirando al mar, se van las penas.
que marchitan el pensamiento.
Libre de amar, libre el momento
de abrazar, caricias amenas.
Marina Filgueira
Marina Filgueira
Poeta
Naceu en Santa María de de Xeve, lugar das Raposeiras, un 27 de marzo de 1934, as súas afeccións son ler, escribir poesía, pasear e viaxar. Viaxou por medio mundo. viaxar é aprender moitas… é cultura en definitiva.
máis artigos
♥♥♥ síguenos ♥♥♥