Recuerdo de mi padre Manuel Cuña Novás

Miguel Ángel Cuña-Casasbellas

El pasado 17 de mayo, Día das Letras Galegas, se cumplieron 30 años del fallecimiento en su Pontevedra natal del poeta Manuel Cuña Novás, mi padre.

Manuel Cuña Novás nació en 1924, hijo mayor de cinco hermanos. El padre, de profesión maestro, era miembro del Partido Socialista Obrero Español, ideario que su hijo hará también suyo y lo mantendrá fielmente desde la adolescencia y hasta su muerte.

Con la República, sus padres, Sara y Manuel, fueron destinados como maestros a Ciudad Real y allí vivirá la familia Cuña hasta el fin de la guerra civil, cuando las tropas franquistas entraron en la capital manchega. El padre de Manuel logrará salir hacia el exilio en América, asentándose en Panamá, donde fallecerá en 1974, sin poder ni querer regresar nunca a España, mientras Franco viviese y mandase. Entretanto, la madre y los cuatro hijos salen de Ciudad Real hacia Galicia.

Manuel Cuña Novás

Retrato de Manuel Cuña Novás feito por R. Alonso no 1950

Al sufrimiento de la guerra siguió el horror de la represión franquista. Nada más llegar a Pontevedra, a mediados de 1939, las autoridades franquistas acosan a la madre dejándola sin escuela en la que ejercer y sin recursos. Manuel, con 16 años ingresa entonces en el Instituto, aunque le anulan dos años lectivos cursados en la Ciudad Libre (las autoridades republicanas habían suprimido a la ciudad el título de Real, sustituyéndolo por ‘Libre’). Sin embargo muy pronto deberá abandonar el Instituto, sin siquiera acabar el Bachillerato superior, fuese por exigencias de ayudar a la familia a salir adelante con su trabajo en la Estación de ferrocarril, fuese por el reclutamiento forzoso para cumplir en diversos plazos intermitentes el servicio militar en el cuartel de Figueirido, a lo que hay que añadir el padecimiento de una grave enfermedad pulmonar.

En ese tiempo, 1943 o 1944, conoce a Josefina Casasbellas y tiene dos hijos. Jorge que nace en 1945 y Miguel, que viene al mundo un año más tarde. 

En 1947, con 23 años, ya aparece como un poeta ejercitado en el dominio de las artes del lenguaje. Es también el año en que Manuel Cuña sufrirá una temible crisis nerviosa, mezcla de agotamiento, desesperanza, debilidad física e inquietud poética, que lo acercará peligrosamente al borde de la locura. Los informes de los psiquiatras que lo trataron no dejan de señalar las duras condiciones que arrastra Manuel Cuña en esos momentos, pese a la aparente bohemia desenfadada que muestra hacia el público pero no, claro está, a su familia. Sin empleo fijo … entre estudios y trabajos ocasionales, algunos periodísticos, pero con dos hijos pequeños que han de vivir en Vigo con los abuelos, mientras él, todavía bajo el estigma de rojo, busca trabajo desesperadamente … el cumplimiento de la mili a trancas y barrancas, subiendo enfermo en bicicleta la cuesta de Figueirido … el avance de la tisis … la indagación y expresión poética que pugna por alcanzar el psiquismo más profundo … Todo esto, estalla en una crisis nerviosa que todavía agrava más la situación. Solo la atención de los doctores psiquiatras Villamil y Martínez Díaz, al que dedicará poco después su primer libro, Fabulario Novo, lograrán salvarlo del desastre.

Manuel Cuña

Fotografía de Manuel Cuña Novás 

Fabulario Novo

Fabulario Novo, o primeiro libro de  Manuel Cuña Novás 

Los años siguientes serán de intensa producción poética y actividad cultural en la ciudad, pero también de reconocimiento social y prestigio público: Hasta cinco importantes galardones literarios obtuvo en ese breve tiempo.

            Fue en 1949 cuando entró en relación con el editor pontevedrés Sabino Torres, estableciéndose entre ellos una gran amistad, fielmente mantenida hasta su muerte. En esas fechas nace la importante Colección de poesía Benito Soto, cuyo principal impulsor y editor fue el propio Sabino Torres, conjuntamente con sus colaboradores más cercanos y partícipes esenciales de la misma aventura, entre ellos Manuel Cuña Novás.

El 25 de julio de 1951, se hace público en Argentina que la obra “Fabulario Novo” ha obtenido el primer premio de Poesía del Centro Gallego de Buenos Aires. Se trata del libro que muchos autores, como Méndez Ferrín, Manuel María, Bernardino Graña o Herminio Barreiro, considerarán como uno de los libros de poesía más importantes en la historia de la literatura gallega, que ve la luz en la época más dura del franquismo.

Becado por la Diputación de Pontevedra, en 1952 viaja a París dónde encuentra voces desgarradas y vibrantes, que ya nunca olvidará: Sartre, Camus, Edith Piaf, Paul Eluard, … En ese mismo año, cuando el autor está todavía en París, se publica en Pontevedra en la Colección Benito Soto “Fabulario Novo”. Durante esa época, mantiene una intensa colaboración con los periódicos locales – Ciudad, Litoral -, escribiendo artículos y comentarios en los que afloran su humanismo y cabal dominio del lenguaje y expresión periodística. Por entonces, escribe sus más hermosos poemas en lengua castellana, que editará en hojas volanderas que reparte entre los amigos.

Manuel Cuña por Albatros

Fotografía de Manuel Cuña Novás feito por Albatros

Cuando la dictadura se acaba, vuelve la esperanza, siquiera sea por breve tiempo, de hacer posibles y fructíferas las palabras – libertad, pueblo, infancia… – que habían alentado la clandestinidad contenida; pero vuelven cuando “ya no tenían la carga de inocencia y verdad que les había adjudicado el silencio de tantos años”. Rompe entonces el silencio poético de los últimos años, escribiendo un poema en castellano y cuatro en gallego, entre ellos el titulado “Canto e fuga da irmandade sobor da terra e da morte”, dedicado a su amigo Uxio Novoneyra. Este largo poema será considerado por algunos autores, entre ellos, Méndez Ferrín, como uno de los poemas más intensos y mejores de la poesía gallega contemporánea

Afiliado al Partido Socialista Obrero Español desde los primeros tiempos es elegido Senador por la provincia de Pontevedra en la primera legislatura, cargo que ostentará, sucesivamente renovado, hasta su muerte en 1992.

Aquél día de mayo de 1992 al que aludimos al comienzo de este recuerdo, los familiares de Manuel Cuña grabaron sobre su tumba en el cementerio de San Mauro los versos que todavía ilustran su lápida:

            “No basta tierra al hombre, camino y sepultura,

            no basta no ser nada y ser para la muerte …

            Conforme ello he vivido.”

 

Miguel Ángel Cuña

Miguel Cuña-Casasbellas

Miguel Cuña-Casasbellas

Colaborador

Miguel, naceu en Vigo en setembro de 1946. Dedica 8 horas ao día á Fundación Cuña-Casasbellas, creada por el e pola súa  nai en 2005, un ano despois da morte do seu irmán Jorge.

Historia de vida

Pontevedra, cuaderno de viaje

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