por Enrique Piñeiro

Cae la luz como un pájaro herido

sobre las dulces colinas de la Maremma:

cipreses, robles y olivos

cortan con sus siluetas la línea anaranjada

mientras el aire perfumado se enciende entre las rocas.

Colores centrifugados en el río,

miel zumbando,

los ojos se ciegan con mil brillos de plata

y se oscurece la luz de la memoria

hasta que apenas queda una palabra

musitada en los labios.

Por un instante el tiempo se detiene:

la Rocca, a mi espalda,

vela sobre los campos somnolientos

y ante mí, al otro lado de la calle,

se afana una vieja señora en la cocina en sombras.

Deja caer el día su último bostezo

sobre las colinas endomingadas,

derramando manchas de naranja y azafrán:

son alas de mariposa que se abren

en el último tramo del ocaso.

Miro las nubes deshilachadas

que tejen de repente un rostro sonriente

con ojos de fantasma feliz pero cansado.

Muerde la nostalgia como una araña negra.

El mar bulle en silencio allá en la lejanía

bajo el crepúsculo que me ciega los ojos,

bajo esta luz que nos abraza a todos,

bajo el satélite que aguarda

en la esquina del cielo,

luz de deseo insatisfecho,

de animal herido,

bajo la mirada amable de los que beben y hablan.

Enrique Piñeiro

Enrique Piñeiro

Profesor de francés

Nacido en Boiro o 10 de xaneiro de 1956.

Estudou o bacharelato en Santiago e  despois Filoloxía Románica na Universidade desta cidade.

Foi lector de español na Escola Secundaria Estatal de Corbeil-Essonnes.

Profesor de Francés en diferentes institutos de Galicia: Ferrol, A Coruña, Pontevedra, Chapela, Marín.

Diploma «Las nuevas tecnologías aplicadas a la enseñanza de los idiomas», en la Sorbonne Nouvelle-Paris III, durante o curso 1993-94.

Xubilado en 2016. Estivo os últimos anos no IES Valle Inclán.

Septiembre

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